viernes, 29 de enero de 2010

repeat

Cuando tenía unos 14 años me fanatizaba con cierta canción y la ponía en modo repeat. De esta forma podía disfrutar el mismo tema unas 438 veces seguidas. Cantar también era una opción, y por supuesto bailar, si el tema daba para eso. El único detalle que nunca tuve en cuenta es el efecto de la repetición infinita de un mismo tema en la gente que me rodeaba. No tuve eso en cuenta, al igual que mi vecina, que no para de escuchar un tema de Madonna hace 10 días, todo el día. En algunos momentos se olvida y deja el CD entero, pero no suena muy diferente para ser sincera. Hasta en ciertos momentos se anima a cantar a los gritos. Y tengo tanta buena suerte que el tema se me pegó, y ahora vive en mi cabeza cuando voy en el bondi, cuando laburo, etc. En un principio pensé que se trataba de una bailarina practicando una coreografía. Después escuché cómo su madre a cagaba a pedos por estar todo el día sin hacer un pito, hasta hubo amenazas. Así que imagino que es una boluda grande y tan piola como era yo a su edad.

sábado, 23 de enero de 2010

Hablaba de esto...

(también fui a verlos al teatro...shhhh!)

viernes, 22 de enero de 2010

Si digo...

Escenografía: Marina
Vestuario: Marta Trobbiani
Alguien se acuerda de qué programa estoy hablando? o soy la única que vio mucha tele en los '80?

domingo, 17 de enero de 2010

cuestión de peso

Este post va desde lo más profundo de mi ser, ojo, estoy abriéndoles mi corazón. Odio tener kilos de más, se distribuyen especialmente en la zona del orto pero no discriminan. Me está costando mucho combatirlos por diversos motivos. Digamos que mi peso y mi ansiedad guardan una relación directamente proporcional y este momento es uno de los más revolucionados en mi vida. Pero se que como muchas otras veces, voy a lograr volver a estar cómoda con mi cuerpo. Lo más grave de todo no es que yo odie mis kilos de más, sino que parecen molestarle más los demás que a mi. A ver, quienes tienen tendencia a engordar e hicieron dieta alguna vez me van a entender. Quienes no tienen dicha tendencia y nunca necesitaron hacer dieta entiendan esto: nos miramos al espejo todos los días, no necesitamos de sus atinadas apreciaciones. Posta, no las necesitamos. Pero posta posta, de verdad, no son necesarias.

miércoles, 13 de enero de 2010

en caso de necesidad, releer

Hay personas que irradian bosta, destilan veneno, generan mala onda. Infelices de mierda. Hay personas que se adaptan a esos infelices. Esto los convierte en verdaderos pelotudos. Hay verdaderos pelotudos cerca. Cuidado. No vaya a ser cosa de que nos terminemos adaptando a esos pelotudos y convirtiendo en meros cómplices de la infelicidad. Por suerte este tipo de gente solo representa el 1% de nuestros allegados. El 99% restante nos trae felicidad, nos enseña a querer bien y nos ayuda a sentirnos personas completas. Gracias a esta mayoría. La minoría se puede ir a la mismísima concha de su madre.