lunes, 28 de abril de 2014

advertencia: escribí algo deprimente

Ultimamente (y no por casualidad) pienso mucho en la muerte. No tengo una enfermedad terminal, no que yo sepa, y en esta última aclaración aparentemente inocente, inconsciente o ambas, se manifiesta mucho de lo que me pasa. No se de dónde me salen estos pensamientos, surgen. Están ahí y me molestan todo o casi todo el tiempo. Pienso que la vida no debería terminarse, que no puede ser que uno se muera y todo se termine, que no me quiero perder nada, y muchas reflexiones por el estilo. Cuando me doy cuenta de todo esto que me pasa (porque la mayoría del tiempo cuando pienso estas cosas tan copadas no soy consciente de mi problema mental) siento que debería hacer terapia. Pero me da paja, no quiero, no se. Necesito que alguien me de un punto de vista sobre esto que me alivie. Lamentablemente no creo en la reencarnación. Capaz me vendría bien creer en algo.

sábado, 5 de abril de 2014

volví una noche

Hace mucho que no escribo. Me pasó la vida y sus cuestiones. Hablo de las cuestiones no tan buenas. Y no me dieron ganas de escribir, porque todo lo que me salía era feo y no quería hacer mal a nadie. Así que decidí convertirme en lectora silenciosa, usar mi blog como puerta de entrada a los blogs que nunca dejé de leer. Y ahora estoy acá, en este lugar que de virtual no tiene nada. Y pretendo volver con cierto anonimato, supongo que muchos de los que me leían ya dejaron de visitarme por acá. La intuición no les falló, varias veces pensé en cerrar el blog, pero no quería perder mi lista de favoritos. Vuelvo a este lugar, me siento diferente. Creo que soy más feliz y más sincera conmigo. Que me acepto más que antes, que me quiero más que antes. Y que todavía me falta mucho por recorrer.